sábado, 31 de mayo de 2014

Rajko Mitić "El caballero plavi"

Considerada la primera gran figura del Estrella Roja, hizo historia en el club rojiblanco y en la selección, donde marcó 32 goles que le sitúan en la cuarta posición de mejores artilleros del cuadro plavi. Además fue un hombre que gozó de enorme popularidad en su país dada su caballerosidad y nobleza tanto dentro como fuera del terreno de juego. Amaba el fútbol y el juego limpio estaba por encima de cualquier cosa. Nacido en Dolac (Yugoslavia) el 19 de Noviembre de 1922, fue un excelso interior derecho. Futbolista de buena técnica, un poderoso chut y enorme espíritu de lucha, jugaba con sencillez y naturalidad. Además tenía una gran visión de juego y realizaba un formidable trabajo de equipo.

Empezó a jugar en las filas del FK Kosutnjak en 1937 a pesar de las reticencias de sus padres que no aprobaban su gusto por el balompié. Poco después un ojeador del BSK Belgrado le observó y decidió ficharle para el club capitalino, uno de los conjuntos más potentes en aquella época. Obtuvo un campeonato juvenil y en 1940 entró a formar parte de la primera plantilla, marcando en su debut dos tantos. Allí permaneció cuatro temporadas más aunque con la II Guerra Mundial entre medias la continuidad de las competiciones futbolísticas no fuese la ideal.
En 1945 firmó por el Estrella Roja en el que viviría sus mejores momentos como futbolista. Su liderazgo caló rápidamente en el cuadro rojiblanco y en toda la entidad, erigiéndose como uno de los grandes protagonistas de los éxitos de años venideros. Se recuperó de una terrible lesión de menisco en 1947 y en los tres cursos posteriores el Estrella Roja se alzó con la Copa yugoslava. En 1948 vencieron al Partizan por 3-0 con un tanto suyo, en 1949 hicieron lo propio con el Nasa Krila Zemun y en 1950 doblegaron al Dínamo de Zagreb por 3-0.
La supremacía del Estrella Roja en el país se confirmó con la llegada de la nueva década en la que conseguirían un total de cinco Ligas. Mitic como capitán del equipo levantó el título en 1951 con el Dinamo de Zagreb en segunda posición, en 1953 después de que superasen al Hajduk Split, en 1956 al aventajar en cinco puntos al eterno rival el Partizan, en 1957 tras dominar el campeonato por delante de la Vojvodina y en 1959 dejando de nuevo sin el título al Partizan. Además en 1958 amplió su gran palmarés con otro trofeo copero después de golear el Estrella Roja al Velez Mostar por 4-0 en la final celebrada en Belgrado. El plantel rojiblanco era extraordinario destacando además de Mitic hombres de la talla de los porteros Beara y Krivokuca, los defensas Novak Tomic, Branko Stankovic o Miljan Zekovic, los medios Vladica Popovic,  Ljubusa Spajic y Bora Kostic o los atacantes Ivan Toplak y Sekularac.
A mediados de los años 50 surgió una nueva competición en el continente europeo, la Copa de Europa. El Estrella Roja gracias a los entorchados ligueros de 1956 y 1957 participó en las ediciones de 1956-1957 y 1957-1958. En la primera de ellas el sorteo les evitó actuar en la primera ronda y en la segunda se enfrentaron al Roda holandés. En la ida vencieron a los tulipanes por 3-4 y en la vuelta sentenciaron la eliminatoria con un 2-0. A continuación el rival fue el CSKA de Sofía que fue una dura piedra en el camino. En Belgrado ganaron por 3-1 y en Sofía aguantaron el empuje local aunque acabaron perdiendo por 2-1. Las semifinales fueron el escollo que no superaron después de caer en el estadio JNA por 0-1 ante la Fiorentina y no pasar del empate a cero en el Comunale. En su segunda participación el Stade Dudelange luxemburgués en la ronda previa fue una perita en dulce y el Estrella Roja pasó tras un global de 1-14 (0-5 en la ida con un tanto de Mitic y 9-1 en la vuelta con otra diana del interior). En segunda ronda se enfrentaron al Norrkoping sueco con el que empataron a dos en Suecia y al que derrotaron en Belgrado por 2-1 tras remontar el tanto inicial de los escandinavos. Fue en cuartos final donde dijeron adiós tras una eliminatoria épica con el Manchester United de los 'Busby babes'. En Old Trafford cayeron por 2-1 y en la vuelta estuvieron a punto de culminar una gran remontada después de que el cuadro inglés venciese 0-3 al descanso. Finalmente empataron a tres y este fue el último partido de Mitic en la gran competición europea. Cinco meses más tarde en la Copa Mitropa, un torneo predecesor a la Copa de Europa el equipo dirigido por Milorad Pavic conquistó la competición al imponerse al Ruda Hvezda Cheb de Checoslovaquia por un global de 7-3 en los dos partidos de la final.
Mitic se retiraría con 36 años al término de la temporada 1958-1959 dejando un magnífico bagaje en el Estrella Roja de 572 partidos y 262 dianas.


Yugoslavia 1952
Estrella Roja 1950
















Con la Selección yugoslava fue internacional en 59 ocasiones logrando 32 tantos. Hizo su estreno en un amistoso ante Checoslovaquia en Praga en 1946 donde los plavi vencieron por 0-2, el segundo gol obra del debutante. Un año más tarde se hizo con un hueco en el equipo nacional y disputó varios encuentros de la Copa de los Balcanes. Yugoslavia mantuvo una dura pugna con los húngaros que fueron finalmente los que se hicieron con el título por dos puntos de diferencia.
En 1948 entró en la lista del seleccionador Milorad Arsenijevic para los Juegos Olímpicos de Londres. Fijo en los esquemas del técnico fue una de las estrellas yugoslavas que tenían en su elenco a hombres como Zlatko Cajkovski, Bobek o Vukas. En primera ronda se deshicieron con facilidad de Luxemburgo por 6-1 con un gol de Mitic, en cuartos derrotaron a Turquía por 1-3 y en semis dejaron a los anfitriones fuera de la final tras ganarles por 1-3, el último de la tarde conseguido por el artillero del Estrella Roja. En la lucha por la medalla de oro se vieron las caras con el potente plantel sueco de Carlsson, Liedholm, Gren o Nordahl que les doblegó por 3-1. De este modo obtuvieron la medalla de plata y la primera presea de la historia del fútbol yugoslavo en un torneo olímpico.
En 1949 participó en la fase de clasificación para el Mundial de Brasil, primero en la eliminatoria frente a Israel y a continuación en los choques contra Francia, que tuvieron que decirse con un duelo de desempate en Florencia que finalizó 3-2 a favor de los yugoslavos. En tierras brasileñas el cuadro plavi quedó emparejado en un complicado grupo con los anfitriones, Suiza y México. Los triunfos ante los centroeuropeos por 3-0 con una diana de Mitic y frente a México por 4-1 les hizo llegar a la última jornada como líderes. Enfrente quedaba Brasil con su colección de estrellas y con la posibilidad de pasar de fase con un empate. Sin embargo los pupilos de Flavio Costa mostraron su poderío y tras ganar por 2-0 enviaron a casa a los yugoslavos.
El siguiente gran evento al que asistió Mitic fueron los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Al equipo nacional se habían incorporado hombres como el arquero Beara, Ivan Horvat o Branko Zebec que subieron las prestaciones de la escuadra. Su primera victima fue la India que se llevó un sonrojante 10-1 con un tanto incluido de Mitic. En 1/8 tuvo lugar uno de los mejores encuentros de la historia de los Juegos cuando se desafiaron yugoslavos y soviéticos. Finalizados los 90 minutos y el tiempo extra el marcador reflejaba un espectacular 5-5 en el marcador. Mitic, Zebec en dos ocasiones y Bobek neutralizaron el hat-trick de Bobrov y los goles de Trofimov y Petro. Dos días después se jugó un replay en que el Yugoslavia con otro tanto del interior de Dolac se impuso por 3-1. Posteriormente los daneses en cuartos y la República Federal Alemana que sufrió a Mitic en dos ocasiones, no lograron detener el avance imparable del conjunto plavi hacia la final. En ella el contrincante fue uno de los mejores equipos de la historia, los "Magiares Mágicos" con Puskas, Bozsik, Kocsis o Grosics. El choque estuvo igualado durante una hora pero Puskas a falta de veinte minutos y Czibor a poco de la conclusión dieron el oro a los húngaros. Yugoslavia repetía segunda posición y medalla de plata como pasase en Londres.
El segundo y último Mundial para Mitic llegó en 1954. En la calificación dejaron en el camino a Grecia e Israel y en el sorteo de la Copa del Mundo quedaron encuadrados en el grupo 1 de nuevo con Brasil y México, añadiéndose esta vez Francia. Mitic continuaba siendo uno de los habituales y jugó los dos partidos del grupo frente a brasileños y galos. La selección plavi sumó tres puntos tras la victoria por la mínima contra Francia y el empate a uno ante los sudamericanos y pasó como segundos. En cuartos se cruzaron con los futuros campeones alemanes que les derrotaron por 0-2, tras el gol en propia puerta inicial de Horvat y la sentencia por parte de Rahn en las postrimerías del choque.
La carrera internacional de Mitic tocaba a su fin aunque aún contó con minutos en un par de partidos clasificatorios para el Mundial de Suecia 1958. Precisamente en uno de esos duelos vistió por última vez la camiseta del equipo nacional, concretamente en el empate a uno frente a Rumania en Bucarest el 29 de Septiembre de 1957.

En su faceta como entrenador dirigió al equipo de sus amores, el Estrella Roja, durante cuatro campañas (1966-1970). Luego entró a formar parte del Comité Técnico de la selección yugoslava, siendo uno de los artífices de la buena Eurocopa de 1968 en la que se proclamaron subcampeones europeos.

Posteriormente formó parte de la directiva del Estrella Roja y colaboró en varios medios deportivos de su país.

Fue el primer jugador de la historia del Estrella Roja en recibir el galardón de 'Estrella' del equipo rojiblanco, algo que luego solo han recibido luego Sekularac, Djazic, Vladimir Petrovic, Dragan Stojkovic y el conjunto ganador de la Copa de Europa en 1991.

Falleció en Belgrado el 29 de Marzo de 2008 a los 85 años.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Higinio Ortúzar "El chileno de sangre vasca"


El primer futbolista chileno en jugar en la Liga española, hizo carrera en el país de donde eran originarios sus padres tanto de jugador como de técnico. Resultó clave que se trasladase en su infancia al País Vasco, lugar en el que empezó a dar las primeras patadas a un balón. Nacido el 11 de enero de 1915 en Santiago (Chile), tenía la doble nacionalidad y se desempeñaba como medio derecho aunque también podía jugar en la defensa. Fuerte y poderoso en lo físico, tenía un gran despliegue, era muy disciplinado tácticamente y se sacrificaba con determinación en la faceta defensiva. Uno de sus mayores defectos fue la poca calidad de la que disponía con la pelota en los pies.

Cromo de su etapa en el Athletic
Inició su trayectoria en las filas del Erandio y en 1935 se marchó a jugar al Barakaldo que estaba en Segunda División. El Racing de Santander un año más tarde puso sus ojos en él y consiguió el fichaje unas semanas antes del estallido de la Guerra Civil. Sin embargo precisamente por el conflicto bélico el traspaso se vio truncado y el chileno no llegó a enfundarse la zamarra del conjunto santanderino.
Al término de la guerra Ortúzar recibió una oferta del Athletic Club y firmó por los leones. Por entonces el técnico era el exjugador rojiblanco Roberto Echevarria que tenía a sus órdenes a hombres de la talla de Oceja, Bertol, un imberbe Panizo, Unamuno o Gorostiza. En su primera campaña en Primera División en 1939-1940 el medio chileno fue uno de los fijos y acabó disputando 14 encuentros. El Athletic finalizó en tercera posición de la tabla liguera, cayó en la segunda ronda de la Copa ante el Hércules y consiguió el Campeonato Regional por última vez.
Las dos siguientes campañas ya con Juan José Urquizu en el banquillo Ortúzar continuó siendo uno de los fijos, aunque el Athletic no conquistó ningún título tras obtener el subcampeonato liguero en 1941 y llegar a la final de Copa en 1942. Se enfrentaron al F.C. Barcelona en Chamartín y sucumbieron por 4-3 en la prórroga sin la participación del chileno que no disputó un minuto.
El primer gran éxito del club vasco tras la Guerra Civil tuvo lugar en la temporada 1942-1943 con un extraordinario doblete. Ya figuraban en la plantilla nombres míticos como Lezama, Nando, Gaínza y Zarra y en la Liga mostraron un gran poderío superando a Sevilla y F.C. Barcelona por tres y cuatro puntos de diferencia respectivamente. Ortúzar perdió algo de protagonismo aunque finalmente acabó jugando 13 partidos en la competición doméstica. Mientras que en la Copa del Generalísimo empezaron deshaciéndose del Barakaldo para continuar con el Castellón en 1/8, el Atlético Aviación en 1/4 y el Valencia en semifinales. La gran final se celebró en el Metropolitano con el Real Madrid como rival y 50.000 espectadores en las gradas. Urquizu sacó aquella tarde a Lezama, Mieza, Oceja, Ortúzar, Ortiz, Nando, Elices, Panizo, Zarra, Urra y Gaínza y un gol en la prórroga del magnífico ariete de Erandio decantó el duelo para los bilbaínos.
En el periodo estival de 1943 Ortúzar abandonó la entidad vizcaína tras cuatro campañas y 99 partidos oficiales y se enroló en el Valencia. El club ché entrenado por el legendario Eduardo Cubells conformó un elenco extraordinario de jugadores que lograron la Liga en la temporada 1943-1944. Ignacio Eizaguirre, los defensas Juan Ramón y Álvaro, Ortúzar, Lecue e Iturraspe en el medio y una extraordinaria delantera con Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza es el once de carrerilla que conocían todos los aficionados valencianistas en aquel curso.
El chileno la temporada siguiente tuvo problemas físicos y sólo disputó siete encuentros ligueros, perdiendo el puesto en la alineación en favor de Igoa. En 1946 recuperó la forma y Cubells volvió a contar con él aunque no con la continuidad de la primera campaña. Fue en el curso 1946-1947 cuando regresó a la titularidad, justo en un año donde el Valencia obtuvo de nuevo la Liga. En una campaña donde hicieron aparición por primera vez dos jugadores que serian glorias del club como Puchades y Seguí, el cuadro valenciano se impuso en la clasificación al Athletic Club. A la última jornada se llegó con los vascos por delante de Atlético Aviación y Valencia por un punto de diferencia. Ambos conjuntos rojiblancos pincharon, el Athletic empatando a tres con el Deportivo y el Aviación perdiendo por la mínima con el Real Madrid, lo que dio lugar a que tras el triunfo del Valencia por 6-0 ante el Sporting, la escuadra ché cantase el alirón.
Con el título liguero bajo el brazo y con 31 años Ortúzar fichó por el Valladolid de Segunda División. Allí permaneció el curso 1947-1948 y a continuación jugó una temporada en la Real Sociedad, dondo logró el título de la categoría de plata y el ascenso a Primera. Colgó las botas nada más concluir aquella campaña de 1948-1949. 


Valencia 1944


Athletic Club 1942-1943




















Nunca llegó a ser internacional ni por Chile ni por España. Lo más cerca que estuvo fue en plena Guerra Civil en 1937. La selección española disputó un partido que no cuenta como oficial ante Portugal en Vigo y Ortúzar estuvo en la preselección. El seleccionador García de Salazar y el técnico Ramón Encinas concentraron al equipo en Irún donde jugaron varios duelos de preparación. Finalmente Ortúzar junto con Venancio González, Bienzobas o Amestoy se quedó fuera de la lista definitiva.

Al término de su carrera sobre el césped tuvo una dilatada trayectoria en los banquillos españoles. Su primera experiencia fue el Logroñés en el que estuvo dos campañas y luego estuvo en el Cádiz durante la campaña 1952-1953. Regresó al Logroñés para el curso 1954-1955 y tras la conclusión de esa temporada estuvo varios años sin entrenar. El Indautxu le recuperó para los banquillos y ya en los años 60 también dirigió al Burgos, el Salamanca y en una tercera etapa al Logroñés.

En 1965 Ortúzar estuvo incluido dentro del equipo conocido como "Viejas glorias" del Athletic Club que se midió en un amistoso a un combinado sevillano en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Posteriormente regentó un bar en Areta y allí vivió hasta su fallecimiento el 7 de Noviembre de 1982.



viernes, 23 de mayo de 2014

Petar Zhekov "El primer Bota de Oro búlgaro"

En la temporada 1980-1981 el máximo goleador europeo fue Georgi Slavkov del Trakia Plovdiv y en el curso 1989-1990 lo compartieron Hristo Stoichkov (por entonces militaba en el CSKA de Sofía) y Hugo Sánchez. Sin embargo ellos dos no fueron los primeros búlgaros en lograr este galardón, puesto que a finales de los años 60, concretamente en la campaña 1968-1969, el delantero del CSKA de Sofía Petar Zhekov obtuvo el premio tras marcar 36 tantos. Nacido el 10 de Octubre de 1944 en Knizhovnik (Bulgaria), se desempeñaba como delantero centro. Prolífico goleador, tenía una gran intuición y gozaba de un enorme oportunismo dentro del área. Fuerte, hábil protegiendo el balón y con un buen juego de espaldas, estaba dotado de un potente chut y pese a no tener un salto muy poderoso remataba con acierto de cabeza.

Empezó su vida deportiva en las filas del FC Dimitrovgrad y curiosamente lo hizo como defensa, aunque pronto vieron su potencial ofensivo y le colocaron en la delantera. Permaneció en el conjunto de la provincia de Haskovo durante dos temporadas (1960-1962) en las que marcó ocho tantos y en 1963 firmó por el Beroe de Primera División.
Allí se consolida como una de las mayores promesas futbolísticas del país y obtiene dos trofeos de mejor realizador liguero en 1967 y 1968 con 21 y 31 dianas respectivamente. Su estancia se alarga cinco temporadas en las que marca 101 goles en 144 partidos con el cuadro verde, llamando de este modo la atención del CSKA de Sofía que finalmente se hace con sus servicios en el verano de 1968.
Con los capitalinos cuaja sensacionales campañas en las que no baja su ritmo anotador y ayuda con sus goles a la consecución de importantes trofeos. En la temporada de su estreno revalida el entorchado de mejor artillero liguero con 36 tantos, gana la Bota de Oro europea y el CSKA consigue el doblete. Aventajan en siete puntos al Levski y en la final de Copa vencen a sus vecinos por 2-1. Un año más tarde, en 1970, se proclama por cuarta vez consecutiva máximo goleador de la Liga aunque esta vez la temporada del CSKA concluyó con sequía de triunfos. Su nombre sonaba ya con fuerza en el fútbol europeo y en el periodo estival el F.C. Barcelona le hizo una magnífica oferta, no concretándose el traspaso por la prohibición del gobierno de su país a que un futbolista jugase en el extranjero.
Los éxitos del conjunto rojo vuelven en 1971 con la conquista de otro Campeonato liguero en un curso donde Zhekov marca 18 dianas y cede el testigo goleador a su compañero Dimitar Yakimov. En 1972 el CSKA revalida la Liga, obtiene de nuevo la Copa y Zhekov alcanza su quinto trofeo de mejor artillero. En el torneo de la regularidad se imponen al Levski y en la final de la Copa no tienen problemas para doblegar al Slavia de Sofía por 3-0, el primero obra del ariete de Knizhovnik.
La posterior temporada no cambió nada en el fútbol búlgaro y el CSKA continuó con su supremacía. Otra Liga, otra Copa y el último premio de máximo realizador liguero de Zhekov con 31 goles redondean un año sensacional. Ocho son los puntos de ventaja que sacaron al Lokomotiv Plovdiv y Slavia de Sofía mientras que en la copa su victima fue esta vez el Beroe, al que ganaron por 2-1 con un gol fundamental de Zhekov en el minuto 21.
A partir de 1974 el rendimiento del killer fue disminuyendo, también por problemas físicos, y su participación en el equipo fue escasa. 14 partidos y cuatro goles en 1974 donde conquistan la Copa y cinco encuentros y tres dianas en 1975, año en que consiguieron la Liga por un punto ante el Levski, cerraron una carrera corta pero intensa y muy productiva. Dejó el fútbol y el CSKA a los 31 años como máximo goleador del club desde su fundación (compartido con Yakimov con 144 goles) y también como mejor artillero de la historia de la Liga búlgara con 253 dianas.


Bulgaria 1970
CSKA Sofía 1973-1974
















Con la Selección de Bulgaria fue internacional en 44 partidos anotando un total de 25 goles. Hizo su estreno el 29 de Diciembre de 1965, en un partido de playoff que otorgaba una plaza para el Mundial de Inglaterra del año siguiente. Fue ante Bélgica en Florencia a quien derrotaron por 2-1 con dos goles de su estrella Aspahurov, logrando de este modo el pase al torneo mundialista.
Su primer gol no tardó en llegar y en su segundo encuentro con el equipo nacional marcó un tanto en un amistoso a Egipto. Posteriormente marcó las dos dianas de la victoria en un amistoso frente a Yugoslavia (0-2) y se ganó un puesto en la lista del seleccionador Rudolf Vytlacil para la Copa del Mundo.
Bulgaria quedó emparejada con Brasil, Portugal y Hungría en el grupo 3 y debutó frente a la verde-amarela. Zhekov no disputó ni un minuto y desde el banco vio la derrota de su equipo por 2-0 en una tarde donde lo más destacado fue la lesión de Pelé tras varias entradas de Zhechev. En el segundo choque contra Portugal Vytlacil introdujo un par de cambios en el once y alineó a Zhekov arriba. Las variantes no surtieron demasiado efecto y los búlgaros cayeron por 3-0 quedando eliminados. En la última jornada sin nada en juego Zhekov volvió al banquillo y se marcharon con otra clara derrota, esta vez por 3-1 ante los magiares.
Entre 1967 y 1968 el delantero de Knizhovnik se consolidó en la selección a base de buenas actuaciones y goles. Le marcó dos a Yugoslavia en un amistoso, otros dos a Bulgaria en un choque clasificatorio para la Eurocopa de 1968, uno a Suecia en la misma fase, otro a Italia en los cuartos de la competición continental y un hat-trick a la RDA que certificó el pase de los Leones a los Juegos Olímpicos de 1968. Por entonces los conjuntos de Europa del Este llevaban a sus mejores futbolistas a la cita olímpica al representar al Estado y cobrar como oficiales. En tierras aztecas Zhekov fue un fijo para Georgi Berkov y Bulgaria hizo historia logrando la medalla de plata.
En la liguilla con Checoslovaquia y dos escuadras débiles como Guatemala y Tailandia no tuvieron problemas para acabar como primeros. En el debut apabullaron a Tailandia por 7-0 con una diana de Zhekov, en el segundo partido empataron a dos con los centroeuropeos gracias a un tanto en las postrimerías del duelo del ariete del CSKA y en la tercera jornada aseguraron el liderato al vencer por 2-1 a los guatemaltecos con otro gol de Zhekov. En cuartos Israel no lo puso nada sencillo y tras terminar empate a uno el encuentro una moneada dio el pase a los búlgaros a semifinales. Allí se enfrentaron a los anfitriones en una contienda con una primera hora de partido apasionante. Zhekov adelantó a los suyos y un minuto después Bulgaria ganaba 2-0, sin embargo con gran coraje los mexicanos igualaron a dos y solo un gol de Dimitrov en el minuto 58 les hizo doblar las piernas. En la final el rival búlgaro fue la poderosa Hungría de Nagy, Antal Dunai, Fazekas o Szucs que se impuso por claridad por 1-4. 
Dos años más tarde el ariete disputó su último gran torneo internacional. Bulgaria obtuvo el pasaporte al Mundial de México 1970 después de superar a Polonia, Holanda y Luxemburgo y Zhekov fue convocado por Stefan Bozhkov. En el primer partido fue titular pero no pudo hacer nada para evitar la derrota por 2-3 contra Perú, que remontó los dos tantos iniciales de Dermendzhiev y Bonev. Este choque trajo consecuencias en las posteriores alineaciones y Zhekov ya no volvió a jugar el resto del campeonato al igual que sus compañeros Stefan Aladzhov e Ivan Davidov. Los Leones cayeron también contra Alemania Federal por 5-2 y cosecharon un empate a uno ante Marruecos que les hizo regresar a casa sumando un solo un punto.
Su último gran partido con la selección fue en un duelo de clasificación para la Eurocopa de 1972 contra Francia en el Estadio Nacional Vasil Levski. Era la última jornada y estaba todo decidido pero Zhekov se echó el equipo a la espalda y marcó un tanto en el triunfo por la mínima (2-1) ante un equipo en el que figuraban George Carnus, Bernard Bosquier, Henri Michel, Jean Djorkaeff o Marius Tresor. Se despidió del combinado nacional un año y medio más tarde, tras la disputa de un encuentro frente a Portugal donde vencieron por 2-1.

Al término de su dilatada carrera ejerció como entrenador durante la temporada 1976-1977 en el Hebar Pazardzhik.

En 1996 a la edad de 52 años jugó seis partidos con el PFC Beroe Stara Zagora marcando tres tantos.


sábado, 17 de mayo de 2014

La mayor goleada en una Copa del Mundo


En la historia de los Mundiales ha habido triunfos apabullantes como el 9-0 de Hungría ante Corea del Sur en 1954, el logrado por Yugoslavia frente a Zaire con idéntico resultado en 1974 o más recientemente el 8-0 que endosó Alemania a Arabia Saudí en 2002, pero el récord que se mantiene vigente data de 1982 cuando Hungría venció a El Salvador por 10-1.


El conjunto salvadoreño regresaba al torneo más prestigioso a nivel de selecciones después de haber acudido a México 1970. En tierras aztecas tuvieron un pobre papel perdiendo los tres encuentros y no marcando ningún tanto. En la fase de clasificación para la Copa del Mundo del 82 colideraron el grupo centroamericano en la primera fase junto con Honduras antes de acceder al Hexagonal final. Lucharon por un billete con México, Canadá, Cuba, Haití y Honduras y lo obtuvieron en la última jornada. En Tegucigalpa jugaron contra los haitianos donde un solitario gol de Huezo les dio la victoria y el segundo puesto de la liguilla que daba el pase al Mundial.

Por otro lado los húngaros que habían sido una potencia futbolística décadas antes iban a participar en su penúltimo Mundial hasta la fecha. Las grandes generaciones del 38 (Sarosi, Zsengeller, Szabo o Biro) o 54 (Puskas, Bozsik, Kocsis o Czibor) habían quedado atrás y la posibilidad de luchar por el título era una quimera. En la calificación europea compartieron el grupo 4 con Suiza, Noruega, Rumania e Inglaterra y lo acabaron liderando con un punto de ventaja respecto a los pross, pese a perder ambos choques contra ellos.

El sorteo celebrado en Madrid a principios de año deparó que ambas escuadras se verían en la primera jornada de una liguilla donde también estaban Argentina y Bélgica. La forma de encarar el debut por parte de los centroamericanos no fue la más adecuada y luego lo notaron en el terreno de juego. Fue el único equipo que llevó 20 jugadores a la cita mundialista por decisión del Presidente de la Federación y el viaje hasta España se convirtió en un suplicio. Tardaron tres días en llegar y fueron el último equipo en hacerlo. Viajaron desde su país hasta Guatemala y a continuación hicieron escala en San José de Costa Rica y Santo Domingo, desde donde tomaron un avión hasta Madrid. En la capital de España tuvieron que tomar otro vuelo con destino Alicante, lugar donde quedaron concentrados. Los problemas no quedaron ahí y el jet-lag fue un contratiempo para los integrantes del equipo durante algunos días. Además varias de las equipaciones para el Mundial se las quedaron los dirigentes y aunque normalmente vestían de azul en aquella ocasión lucieron el blanco en todos los partidos. Para acabar con los despropósitos les robaron los esféricos con los que tenían que entrenar y en el entrenamiento previo al duelo contra Hungría pidieron prestados veinticinco balones a la organización. En aquellos tiempos no era tan fácil estudiar al contrario como ahora y la única información que recibieron los salvadoreños tuvo lugar la noche anterior, visionando un partido que disputaron los magiares frente a España en abril de 1981.




El encuentro se celebró el día 15 de junio de 1982 a las 21:00 horas en el Nuevo Estadio de Elche. Las formación que alineó Pipo Rodríguez estaba compuesta por Mora; Castillo, Rodríguez, Jovel, Recinos; Ventura, Rugamas, Huezo, Mágico González, Hernández y Rivas y el once húngaro integrado por Meszaros; Toth, Garaba, Balint, Martos; Nyilasi, Muller, Sallai; Poloskei, Torocsik y Fazekas. El técnico salvadoreño salió valiente con tres delanteros y abogando por un juego ofensivo y atrevido que le saldría muy caro. La contienda se inició con una clara superioridad húngara que en el minuto tres se adelantó con un gol de Nyilasi a la salida de un córner ejecutado por Fazekas. El tanto no espoleó a los salvadoreños que continuaron siendo avasallados hasta que Poloskei logró el segundo de la noche a los diez minutos. Sólo Mágico González algo individualista y Huezo daban señales de vida en un equipo centroamericano que no inquietaba a Meszaros. Aún así aguantaron con un 3-0 al descanso tras anotar Fazekas con un potente chut pasado el minuto 23.

En la segunda mitad los aficionados allí presentes vieron lo más parecido a un entrenamiento con público en lugar de un choque mundialista. Hungría a medio gas y sin aparente esfuerzo fue poniendo más distancia en el marcador. Toth y Fazekas superaron a Mora y en el 54 el tanteo iba 5-0. El gol del honor salvadoreño (y el único de su país en un Mundial) llegó pocos instantes después cuando Ramírez empujó a la red un balón recogido en el área pequeña. El guión del partido no sufrió cambios y los magiares con un apetito voraz obtuvieron el sexto y el séptimo por medio de los recién entrados Laszlo Kiss y Szentes respectivamente. El delantero del Vasas Kiss era un afamado hombre gol y lo demostró en escasos minutos. Anotó el 8-1 y el 9-1 alcanzando un récord que sigue aún vigente, el de conseguir el hat-trick más rápido de la historia de la Copa del Mundo (458 segundos). La escandalosa goleada la cerró Nyilasi que finalizó el encuentro como lo comenzó, cabeceando el esférico al fondo del marco defendido por Mora. Cumplido el tiempo reglamentario el colegido Al Doy hizo sonar tres veces su silbato y puso fin a la mayor goleada registrada en un Mundial.

El fútbol actualmente está más igualado que en épocas pasadas y será muy complicado que se pueda superar en próximas citas mundialistas el marcador registrado en el Nuevo Estadio de Elche aquella noche del 82.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Alex Raisbeck "La primera gloria red"

El Liverpool ha tenido multitud de brillantes jugadores durante toda su historia, desde Gordon Hodgson y Billy Lidell pasando por Roger Hunt o Kenny Dalglish hasta Michael Owen y Steven Gerrard, pero el primero que dejó una gran huella en la entidad fue Alex Raisbeck. Nacido el 26 de Diciembre de 1878 en Polmon (Escocia), se desempeñaba como zaguero o medio defensivo. Futbolista con unas enormes cualidades físicas y hábil técnicamente, era rápido, valiente y astuto. Su liderazgo sobre el césped era sencillo y natural, lo que le llevó a ser un jugador adorado por los aficionados. Se le conoció con el apelativo de "Alexander The Great".

Cromo de Raisbeck en su etapa red
Empezó a jugar a la edad de 15 años en el Larkhall Thistle y cuando cumplió los 18 se marchó al Hibernian. Allí permaneció dos temporadas en las que disputó 25 encuentros y marcó once goles para posteriormente fichar por el Stoke City. Con los Potters juega unos cuantos partidos hasta que llama la atención del entrenador del Liverpool Tom Watson que pide su fichaje a la directiva red, realizándose finalmente el traspaso por £ 350. Debuta en un duelo de la Primera División ante el Sheffield United el 3 de septiembre de 1898 y en poco tiempo ya se convierte en un estandarte del equipo.
Estrena su palmarés un par de cursos más tarde, en la campaña 1900-1901 donde el Liverpool se hace con el titulo de Liga por delante de Sunderland y Notts County. Los reds se muestran muy superiores a todos sus rivales en un plantel donde además del escocés destacaban hombres como John Walker, John Robertson, Jack Cox, Rab Howell o Sam Raybould.
A partir de ese momento las prestaciones del Liverpool bajaron considerablemente las temporadas venideras, teniendo su punto más negro en el curso 1903-1904, donde ocuparon el penúltimo lugar de la tabla y descendieron. En verano el Liverpool se hizo con los servicios del excepcional guardameta escocés Ned Doig y el paso por la categoría de plata fue breve. En la campaña 1904-1905 comandaron la clasificación y obtuvieron al ascenso junto al Bolton Wanderers.
Su objetivo de volver a luchar por los títulos en el fútbol inglés llegó antes de lo esperado y en el año que regresaron a Primera División (1905-1906) conquistaron el campeonato. Preston North End y Sheffield Wednesday que ocuparon el segundo y tercer lugar, sucumbieron al poder de un fabuloso Liverpool que contaba en su plantilla con Doig, Raybould, Jack Parkinson, Tom Chorlton, Billy Dunlop o James Bradley, además de Raisbeck.
Raisbeck continuó tres temporada más como red sin lograr ningún título y en 1909 abandonó la institución, dejando unos brillantes números de 340 partidos y 21 goles. Su siguiente destino fue el Partick Thistle de Glasgow. 
Con los Jaguares vivió sus últimos buenos momentos como jugador durante cinco temporadas (1909-1914), hasta que poco antes del estallido de la I Guerra Mundial firmó por el Hamilton Academical, escuadra en la que colgaría las botas tres años después.


Escocia 1902
Liverpool 1903


Con la Selección escocesa fue un total de 8 veces internacional (en cinco ocasiones siendo el capitán del equipo) sin lograr ni un solo tanto. Debutó en la edición del Campeonato Británico de 1899-1900 y lo hizo en el encuentro clave. En la última jornada se enfrentaban a Inglaterra en Celtic Park y el ganador se llevaba el título, valiendo el empate también a los escoceses. Aquel día integraron el cuadro escocés hombres como John Robertson, John Bell, Bob McColl o John Drummond y en los primeros minutos ya dejaron el choque sentenciado. Ganaron por 4-1 y tras sumar 6 puntos en la tabla levantaron el trofeo.
Todos sus encuentros con el equipo nacional tuvieron lugar ante Inglaterra excepto uno frente a la selección galesa. En la edición de 1900-1901 jugó en el empate a 2 del partido en Crystal Palace que certificó el campeonato para los ingleses. Un año más tarde Escocia recuperó el título y Raisbeck fue titular en el replay decisivo celebrado el 3 de Mayo de 1902. Inglaterra y Escocia firmaron tablas en Villa Park y ese punto les aupó a liderar la clasificación. En el torneo 1902-1903 fue alineado en dos partidos, ante Gales e Inglaterra que se saldaron con triunfo escocés por 0-1 y 1-2 respectivamente. Estas victorias les hicieron sumar cuatro puntos y compartir el trofeo con irlandeses e ingleses. En 1904 estuvo presente en el duelo de la última jornada ante Inglaterra en Celtic Park. Ya no tenían posibilidades de obtener el campeonato pero podían evitar el triunfo en solitario de los ingleses. Finalmente cayeron por 0-1 con un gol del extraordinario Steve Bloomer e Inglaterra fue el único vencedor. Sus dos últimos encuentros como internacional fueron en las ediciones del Campeonato Británico de 1905-1906 y 1906-1907. En el primero de ellos doblegaron a Inglaterra por 2-1 y les sirvió para proclamarse vencedores del torneo junto a los ingleses mientras que en el segundo empataron a uno en St.James Park, dejando la victoria del campeonato en bandeja a Gales.

Posteriormente ejerció como entrenador dirigiendo a Hamilton Academial tres cursos y medio, al Bristol City durante casi una década, Halifax Town entre 1930 y 1936, Chester dos campañas y Bath City. Sus mayores éxitos los logró en las filas del Bristol City con el que se proclamó campeón de la Tercera División Sur en 1923 y 1927. Además tras la II Guerra Mundial trabajó como ojeador para el Liverpool.

Falleció a los 70 años el 12 de Marzo de 1949.

sábado, 10 de mayo de 2014

Everaldo "El campeón del mundo con final trágico"

Integrante de la defensa brasileña campeona mundial en 1970, solo saboreó las mieles del éxito durante un corto espacio de tiempo. Cuatro años después de levantar el trofeo Jules Rimet perdía la vida junto a su mujer e hija en un terrible accidente de tráfico. Nacido el 11 de Septiembre de 1944 en Porto Alegre (Brasil), se desempeñaba como lateral izquierdo aunque también podía jugar en el otro lateral y como medio defensivo. Jugador ambidiestro, polivalente y de juego sencillo y eficaz, destacaba por sus excelentes marcajes. Se le conoció con el apelativo de "Estrella Dorada".

Ingresó muy pequeño en la cantera de Gremio, concretamente a los 13 años. Fue pasando por todas las categorías inferiores de la entidad hasta que en 1964 se marchó cedido dos campañas al Juventude. Regresó en 1966 y a raíz de entonces se hizo con un puesto en el once del conjunto de Porto Alegre.
El cuadro del estado de Río Grande del Sur disponía de un plantel excepcional que llevaba ganando el Campeonato Gaucho de forma consecutiva desde hacia cuatro años, a lo que añadió tres entorchados más con Everaldo en el equipo. Su gran rival Internacional de Porto Alegre no pudo romperle la hegemonía y en 1966, 1967 y 1968 tuvo que conformarse con el segundo puesto. Además de Everaldo integraban aquel magnífico elenco jugadores como el arquero Arlindo, Ari Ercílio, Paulo Souza, Áureo, Cleo, Babá, Joãozinho o Volmir.
A partir de 1969 las tornas giraron e Internacional se hizo con la supremacía del balompié en el estado. Gremio quiso dar la vuelta a la situación contratando de nuevo al técnico Carlos Froner que había logrado los Gauchos de 1964, 1965 y 1967 pero esta vez no consiguió repetir éxitos. A continuación pasaron por el banquillo Otto Glória o Daltro Menezes con idéntico destino. Mientras tanto Everaldo coleccionaba premios, en 1970 fue galardonado con la Bola de Prata que entrega la revista Placar y estuvo incluido en el mejor once del Brasileirao junto a Picasso, Humberto, Brito, Reyes, Zanata, Dirceu, Samarone, Vaguinho, Penny y Paulo César Caju, y en 1972 obtuvo el Premio Belfort Duarte, una condecoración que otorgaba la Confederación Brasileña de Fútbol a los futbolistas que tras diez años de carrera no habían visto una tarjeta roja.
Curiosamente y tres meses después de recoger el galardón de la CBF Everaldo cometió el mayor error de su vida en un terreno de juego. Gremio se enfrentaba a Cruzeiro en un choque presenciado por el presidente Emilio Medici Garrastazu cuando el lateral izquierdo enojado por una decisión arbitral propinó un puñetazo al colegiado José Neto Faville. El trencilla sufrió una hemorragia nasal e incluso denunció a la policía la agresión. Everaldo fue sancionado un año sin jugar y declaró que renunciaría al premio Belfort Duarte. 
Tras cumplir la sanción se enfundó la camiseta de Gremio de nuevo y volvió a la competición, aunque en su cabeza ya rondaba la posibilidad de colgar las botas y meterse en política. El fatal accidente de tráfico sesgó todos sus planes.


Gremio 1972
Juventude 1965
Brasil 1970


Con la Selección brasileña fue internacional en 24 ocasiones sin lograr ningún tanto. Hizo su estreno en la edición de la Copa Río Branco de 1967, concretamente en el primer partido disputado ante Uruguay en Montevideo que finalizó 0-0. También fue de la partida en los dos choques de desempate jugados posteriormente en la capital uruguaya que concluyeron en tablas, lo que hizo que ambos combinados compartiesen el trofeo. 
Un año más tarde Aymoré Moreira contó con sus servicios para el encuentro que enfrentó a Brasil y un equipo del resto del mundo en Maracaná. La verde-amarela se llevó el triunfo por 2-1 ante una escuadra donde figuraban entre otros Lev Yashin, Amancio, Beckenbauer, Dzakic, Florian Albert o Wolfgang Overath. En 1969 únicamente participó en el choque ante Venezuela en Caracas de la fase de clasificación para el Mundial de México y la siguiente ocasión en que se enfundó la camiseta brasileña fue en el torneo en tierras aztecas.
Fijo para el nuevo técnico Mario Zagallo solo se perdió el enfrentamiento ante Perú. Brasil quedó encuadrada en el grupo 3 con Rumania, Checoslovaquia e Inglaterra haciendo pleno de victorias. En primer lugar se enfrentaron a los centroeuropeos que sucumbieron por un claro 1-4, a continuación en el partido más interesante de la primera fase vencieron a los ingleses con un solitario gol de Jairzinho y en la última jornada ganaron por 2-3 a los rumanos con más problemas de los previstos. En cuartos se enfrentaron al peligroso Perú de Cubillas, Gallardo, Sotil o Chumpitaz. Everaldo que se tuvo que retirar con problemas físicos en la segunda mitad del choque ante Rumania fue sustituido por Marco Antonio. Brasil doblegó a la Blanquirroja por 4-2 y accedió a semifinales. Allí tuvo como rival a Uruguay que no traía buenos recuerdos de pasados Mundiales. Everaldo regresó al once y antiguos fantasmas se presentaron cuando en el minuto 18 Cubilla abrió el marcador. Antes del descanso Clodoaldo empató y en la segunda parte Brasil fue superior, logrando dos goles más que le dieron el pase a la finalísima.
Celebrada en el estadio Azteca de Ciudad de México el 21 de Junio de 1970 y con más de 107.000 espectadores en las gradas, los conjuntos brasileño e italiano saltaron al césped en busca de la Copa Jules Rimet. En la verde-amarela formaron aquel día, mientras que en los transalpinos dirigidos por Ferruccio Valcareggi jugaron. Pelé anotó al poco de comenzar pero un fallo en cadena de la zaga brasileña propició el empate de Boninsegna. En el segundo acto los pupilos de Zagallo destaparon el carro de la esencias y desbordaron a los italianos. Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto tras una brillante jugada colocaron el 4-1 definitivo con el que Brasil alzó el título.
La carrera internacional de Everaldo continuó dos años más en los que disputaría varios partidos amistosos contra México, Chile, Austria o Hungría y la Copa Julio Roca de 1970 frente a Argentina. Los dos choques ante la albiceleste disputados en Buenos Aires se saldaron en empate y el título fue ex-aequo para las dos selecciones.
Se despidió del equipo nacional pocas fechas después, en un amistoso contra Paraguay a la que vencieron por 3-2 el 26 de Abril de 1972.

Falleció en un accidente a los 30 años el 27 de Octubre de 1974, cuando regresaba de Cachoeira do Sul a Porto Alegre junto a su mujer e hija en un Dodge Dart (regalo de un concesionario de Porto Alegre a él y al resto de jugadores tras la consecución del título mundial).


miércoles, 7 de mayo de 2014

Ernst Wilimowski "El artillero polaco-germano"


Uno de los mejores goleadores polacos de la historia que retomó la nacionalidad alemana como la mayoría de los habitantes de la Alta Silesia en 1939, después de la división de Polonia acordada entre teutones y soviéticos. Polidactílico (en su pie derecho tenía seis dedos), había hecho historia en el Mundial de 1938 marcando cuatro tantos a la selección brasileña en octavos de final. Además también practicó el balonmano y el hockey sobre hielo con bastante éxito. Nacido el 23 de Junio de 1916 en Katowice (Alta Silesia, por entonces perteneciente al Imperio Alemán), fue un extraordinario delantero. Ágil, técnico, con un gran dribbling y un magnífico cambio de ritmo tenía la portería contraria entre ceja y ceja. Su disparo con ambas piernas era demoledor y además destacaba por su oportunismo y astucia dentro del área. Se le conoció con el sobrenombre de "Ezi".

Empezó su carrera en las categorías inferiores del FC Katowice cuando contaba con 11 años. Allí permaneció hasta los 17 cuando recibió una oferta del Ruch Wielkie Hajduki (actual Ruch Chorzow) que aceptó. En el cuadro azulino se destapó como un genial goleador y ayudó a la conquista de varios campeonatos polacos en la década de los 30. El primero llegó en 1934 cuando el Ruch superó en la clasificación al KS Cracovia por siete puntos, erigiéndose Wilimowski como máximo goleador del torneo con 33 dianas.
Las dos siguientes campañas reafirmaron la hegemonía del equipo en el fútbol polaco con dos nuevos entorchados ligueros. En 1935 el Pogon Lwow y en 1936 el Wisla Cracovia sucumbieron al poderío del Ruch en el que además de "Ezi" militaban otros internacionales como Teodor Peterek, Edmund Giemsa, Gerard Wodarz, Jan Badura, Ewald Urban o Walter Brom. La pareja atacante Wilimowski-Peterek fue clave en el rendimiento del Ruch como se demostró en la Liga de 1936, cuando ambos compartieron el trofeo de mejor artillero con 18 tantos cada uno. Ellos dos junto a Wodarz encandilaban en cada partido a los aficionados del conjunto de la Silesia que les pusieron el apelativo de los "Tres Reyes".
La campaña de 1937 se resolvió sin éxitos tras ocupar el tercer lugar en la Liga pero en 1938 regresaron a la senda del triunfo con un nuevo campeonato liguero, después de no dar opción al Warta Poznan ni al Wisla de Cracovia, segundo y tercero respectivamente. En 1939 "Ezi" vivió su última campaña en el Ruch. El equipo iba líder en la tabla liguera cuando se produjo la invasión nazi y se tuvo que suspender el campeonato. Wilimowski entonces decidió dejar el conjunto azul y regresó por unos meses al club donde se inició el FC Katowice. Para la historia dejó un bagaje de 86 partidos y 112 goles con el Ruch Wielkie Hajduki y un récord liguero de 10 goles anotados  al Union Touring Lodz en 1939.
Con el estallido de la II Guerra Mundial tuvo que esconderse por un corto espacio de tiempo de los nazis hasta que se convirtió en oficial de policía para evitar el servicio militar y seguir jugando al fútbol. Su madre sin embargo si fue detenida y deportada a Auschwitz aunque Wilimowski con la ayuda de un piloto amigo suyo de la Luftwaffe logró sacarla del campo poco después. Durante esta etapa el artillero firmó por el Chemnitz en el que permaneció un par de temporadas hasta que en 1942 se marchó a jugar al 1860 Munich.
Con los Leones conquistó la Copa de Alemania de 1942 (en la que marcó 14 goles) donde tras deshacerse de Rapid de Viena, Stuttgarter Kickers, SG SS Strasburgo, FV Stadt Dudelingen y TuS Lipine se plantaron en la final. Con sede en el estadio Olímpico de Berlín el 1860 Munich ganó por 2-0 al Schalke 04 de Szepan o Kuzorra gracias a los tantos de "Ezi" en el minuto 80 y Schmidhuber en el 88, consiguiendo así la primera copa de su historia.
En los años finales de la guerra Wilimowski fue soldado de la Wehrmarcht y se enroló en las filas del LSV Molders, un equipo de fútbol del ejército que estaba destinado en Cracovia. Este hecho junto con su debut en la selección germana irritó e indignó a sus excompatriotas que  lo consideraron un traidor de su patria. Tras la conclusión del conflicto bélico decidió establecerse en Alemania donde jugó para el Chemnizt Oeste, Rapid Kassel, TSV Detmold, Ausburgo, Racing Estrasburgo, Offenburger (compatibilizando el cargo de entrenador-jugador), FC Singen 04, Kaiserslautern o Kehler FV, entidad en la que colgaría las botas en 1959 a los 43 años.


Ruch Chorzow 1934
Polonia 1938













Alemania 1941
TSV 1860 Munich 1942















Con la Selección polaca participó en 22 encuentros con 21 tantos en su haber. Debutó en un amistoso ante Dinamarca el 21 de Mayo de 1934 donde Polonia perdió por 4-2. Su primera diana no tardó mucho en llegar y en su segundo choque como internacional marcó ante Suecia. Sin embargo los suecos fueron muy superiores en el estadio Rasunda y se llevaron la victoria.
Los primeros encuentros de "Ezi" vistiendo la camiseta nacional se saldaron con varias derrotas y un par de empates, no llegando el primer triunfo hasta su octava internacionalidad. Fue en 1937, cuando los suecos devolvieron la visita a los polacos y cayeron derrotados por 3-1, el último obra de Wilimowski. El Mundial de Francia estaba a la vuelta de la esquina y Polonia se preparó con otros duelos frente a Rumania, Dinamarca o Suiza, logrando una victoria contra los daneses, un empate frente a los helvéticos y una derrota ante los rumanos. 
A finales de 1937 Polonia quedó emparejada con Yugoslavia en la fase de clasificación para el Mundial en una eliminatoria a doble partido. Wilimowski era un fijo para el técnico Jozef Kaluza y disputó ambos choques. En la ida los polacos de la mano de un genial Piatek que marcó dos tantos dejó sentenciado el pase tras endosar un 4-0 a la selección plavi, teniendo Wilimowski el honor de cerrar el marcador aquella tarde. En la vuelta celebrada en Belgrado los polacos aguantaron el arreón local de los primeros compases y con el discurrir de los minutos se vio que la remontada no era factible. Aún así una diana del capitán Blagoje Marjanovic en la segunda parte dio el triunfo a los plavi por la mínima.
En la Copa del Mundo les tocó en suerte Brasil en su estreno. Los brasileños eran claros favoritos con sus rutilantes estrellas Leonidas, Peracio, Domingos o Zezé Procopio. El 5 de Junio de 1938 saltaron ambas escuadras al terreno de juego del estadio de la Meinau en Estrasburgo donde protagonizarían uno de los mejores partidos de la historia de los Mundiales. Leonidas adelantó a Brasil a los 20 minutos pero instantes después Scherfke anotó de penalti. Antes de llegar al descanso Romeu y Peracio colocaron un 1-3 muy favorable para los hombres de Ademar Pimenta. En la segunda parte se produjo el show de Wilimowski. En los primeros 15 minutos marcó dos tantos e igualó el partido, aunque la verde-amarela reaccionó con rapidez y por medio de Peracio puso el 3-4. Cuando todo hacía indicar una victoria de los brasileños volvió a aparecer el ariete de Katowice para superar a Batatais en el minuto 89 y forzar la prórroga. En el tiempo extra los actores principales fueron las dos estrellas de cada equipo, "Ezi" por Polonia y Leonidas por Brasil. El carioca perforó la red polaca en el minuto 93 y en el 104 situando el 4-6 y el polaco pese al gran marcaje de Domingos consiguió el cuarto de su cuenta en los instantes finales del partido. Cuando el colegiado sueco Eklind hizo sonar su silbato los jugadores cayeron rendidos al suelo, al mismo tiempo que recibían una gran ovación de los más de 13.000 asistentes al encuentro. Polonia había tenido contra las cuerdas a Brasil aunque acabó siendo doblegada por 5-6.
Después del Mundial y con Wilimowski en el campo la selección polaca no volvió a conocer la victoria hasta agosto de 1939. Ni las buenas actuaciones de "Ezi" contra Yugoslavia o Bélgica a las que marcó dos tantos fueron suficientes para obtener un triunfo en dichos amistosos. La racha cambió en el que sería su último partido como internacional con Polonia. Tuvo lugar frente a Hungría en Varsovia y el delantero se despidió con un fantástico triplete que resultó clave para imponerse a los magiares por 4-2.

En 1941 se estrenó con el equipo nacional alemán en el que jugaría un total de 8 partidos logrando 13 goles. Hizo su estreno en Bucarest ante Rumania marcando el primer tanto del duelo y el último, a los 5 y 67 minutos de juego respectivamente. Los germanos vencieron con claridad por 1-4 y Wilimowski se convirtió en un habitual para Sepp Herberger. 
El resto de compromisos que jugó con el equipo teutón se produjeron a lo largo de 1941 y 1942, en plena II Guerra Mundial. Cosecharon un empate contra Dinamarca y el resto fueron victorias. Ganaron con suma facilidad a conjuntos como el finlandés, croata, suizo o rumano y Wilimowski demostró su puntería con enormes actuaciones. Entre las más destacables figuran el hat-trick a Finlandia en Helsinki, los cuatro goles a Suiza en Berna o el doblete contra Croacia en el Neckarstadion. Vistió la zamarra teutona por última vez en un partido contra Eslovaquia el 22 de Noviembre de 1942.

Al término de su trayectoria deportiva montó un restaurante y trabajó en una fábrica. Además intentó visitar su localidad natal de Katowice pero las autoridades polacas se lo denegaron. Incluso en el Mundial de 1974 que se celebró en Alemania Occidental pidió permiso para saludar a los integrantes de la Selección de Polonia pero la Federación de aquel país también se lo impidió.

Falleció en Karlsruhe el 30 de Agosto de 1997 a los 81 años.

sábado, 3 de mayo de 2014

Antonis Antoniadis "El hombre alto"

Estrella del fútbol heleno en la década de los 70 ganó en cinco ocasiones el trofeo de máximo goleador de la Liga griega (1970, 1972, 1973, 1974 y 1975). Además guió junto con su compatriota "Mimis" Domazos al Panathinaikos entrenado por Puskas a la final de la Copa de Europa en 1971, siendo el mejor realizador de la competición con 10 dianas. Nacido el 26 de Mayo de 1946 en Petrohori (Grecia), se desempeñaba como delantero centro. Futbolista vigoroso y luchador, destacaba por su excelente juego aéreo, el manejo de las dos piernas y su astucia dentro del área. En el panorama futbolístico fue conocido como "El hombre alto" por su 1,90 m de estatura.

Con la camiseta del Panathinaikos
Empezó su carrera en el Skoda Xanthi al que llegó en edad juvenil debutando en la Segunda División griega. Permaneció dos temporadas (1966-1968), siendo en la última de ellas el máximo realizador de la Beta Ethniki con 24 dianas. Esto llamó la atención de varios clubes de prestigio en su país y comenzó a recibir ofertas. Una de ellas fue del Panathinaikos que finalmente se hizo con sus servicios en el verano de 1968.
El fichaje causó asombro entre los aficionados que desconfiaban de Antoniadis pero pronto el delantero encandiló a los hinchas del Panathinaikos con sus goles y trabajo. Su primera campaña no pudo ser más exitosa al conquistar el conjunto verde la Liga y la Copa en la campaña 1968-1969. En el torneo doméstico tuvieron una lucha de poder a poder con el Olympiakos al que distanciaron en dos puntos y en la competición copera tras empatar a uno con el eterno rival en una final sin Antoniadis una moneda les dio el título.
La siguiente temporada se inició con una victoria en la recién creada Supercopa griega frente al Aris Salónica por 2-1 y se revalidó el título de Liga después de superar al AEK de Atenas y Olympiakos. Antoniadis ya se hizo con un puesto de titular en el once y logró su primer trofeo de mejor realizador del campeonato con 25 tantos.
En el año 1971 el cuadro capitalino se centró en la Copa de Europa y no llegó ningún título nuevo a las vitrinas del club. Su participación en la máxima competición continental sorprendió a muchos y alcanzaron la final tras un brillante papel en las rondas previas. Se estrenaron en el torneo frente al Jeunesse Esch luxemburgués al que apearon tras un global de 1-7 (Antoniadis marcó un gol en la ida y cuatro en la vuelta). A continuación en octavos su rival fue el Slovan Bratislava que cayó por 3-0 (una diana del delantero de Petrohori) en Atenas y no pudo remontar en su feudo pese al a victoria por 2-1 (el gol griego obra de Antoniadis). En cuartos tuvieron enfrente al Everton de Kendall, Ball o Morrissey logrando un importante empate a uno en tierras inglesas gracias al gol de Antoniadis a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro. En Atenas aguantaron las embestidas finales del Everton y con el 0-0 se clasificaron para semifinales. Allí el Estrella Roja con un gran poderío ofensivo les endosó un 4-1 en la ida que dejaba las cosas muy cuesta arriba para los griegos. Sin embargo en uno de los mejores partidos de la historia del club realizaron la proeza de remontar y con un 3-0 con doblete de Antoniadis se ganaron el pasaporte para la final en Wembley. Un joven Ajax que iniciaría un periodo hegemónico en Europa a partir de entonces derrotó al equipo de Puskas por 2-0. Suurbier, Neskens, Keizer, Swart y sobre todo Cruyff lideraban la máquina engrasada por el técnico Rinus Michels que practicaba un fútbol espectacular. El Panathinaikos con una alineación formada por Economopoulos, Tomaras, Vlachos, Eleftherakis, Kamaras, Sourpis, Grammos, Fylakouris, Antoniadis, Domazos y Kapsis luchó lo indecible pero no pudo superar al magnifico cuadro de Ámsterdam.
El curso posterior trajo consigo un nuevo triunfo para el Panathinaikos en su país y reconquistó la Liga en la mejor temporada a nivel de números de Antoniadis. El artillero marcó 39 goles y obtuvo su segundo premio de máximo realizador liguero. El cuadro ateniense se marchó en la clasificación en los primeros compases y ni Olympiakos ni AEK de Atenas pudieron darle caza. A partir de entonces la sequía en la competición doméstica duraría un lustro donde el Panathinaikos no conquistaría el título.
Antoniadis consiguió sus otros tres trofeos de mejor delantero de la Liga griega de forma consecutiva en 1973, 1974 y 1975. Marcó 22, 26 y 20 goles respectivamente que no sirvieron para que su equipo se alzase con la Liga, después de acabar el Panathinaikos cada temporada en tercer, segundo y quinto lugar.
En 1977 con el polaco Kazimierz Górski en el banquillo se cortó la racha de varios años sin triunfos con un doblete. La Liga se decidió en la última jornada donde Olympiakos y PAOK también tuvieron posibilidades de alirón y en la Copa doblegaron en una emocionante final al PAOK por 2-1 en el estadio Karaiskakis. Esta fue la penúltima campaña de Antoniadis en el Panathinaikos puesto que al término de la temporada 1977-1978 con una Copa de los Balcanes bajo el brazo y tras diez cursos, abandonó el club con destino Olympiakos. Se marchó como uno de los mejores jugadores de la historia verde y dejando un magnífico bagaje de 187 tantos en 242 partidos.
Hubo aficionados que no le perdonaron su fichaje por los rojiblancos aunque su estancia en el Olympiakos fue muy breve y después de 13 partidos y 7 goles en la campaña 1978-1979 firmó por el Atromitos. En el conjunto blanquiazul estuvo dos temporadas cuando se encontraba en la categoría de plata y en 1981 decidió regresar al club de su vida para retirarse. Disputó varios choques con el Panathinaikos en el curso 1981-1982 y con 36 años recién cumplidos se retiró de los terrenos de juego.


Grecia 1972
Panathinaikos 1971


















Con la Selección de Grecia fue internacional en 22 ocasiones logrando 6 tantos. Fijo durante siete años (1970-1977) en el equipo nacional debutó en la fase de clasificación para la Eurocopa de 1972. Lo hizo en el duelo que enfrentó a Malta y Grecia en La Valleta y que concluyó con empate a un gol. También disputó el partido de esta calificación ante Inglaterra en Atenas donde cayeron por 0-2, ocupando finalmente el tercer lugar de la liguilla y no consiguiendo billete para el torneo continental.
Su primer gol se produjo unas fechas antes en un choque amistoso contra Bulgaria. Concretamente fue el 17 de Noviembre de 1971 en Sofía y Antoniadis inauguró el marcador con un tanto en el minuto 63. La felicidad no pudo ser plena para el delantero puesto que encuentro terminó empate a dos. Sin embargo su segundo gol en el combinado heleno si ayudó para obtener una de las mayores victorias de Grecia en la década de los 70. Tuvo lugar en un amistoso ante la Italia de Zoff, Mazzola, Facchetti o Riva que cayó en el estadio Karaiskakis por 2-1. Antoniadis superó a Zoff al inicio del duelo y pese al empate de Boninsegna, un tanto de Pomonis dio el triunfo a los griegos.
La siguiente cita de Grecia en la búsqueda de un billete hacía una gran competición fue para el Mundial de Alemania en 1974. Encuadrados en el grupo 7 con España y Yugoslavia fracasaron en el intento y no lograron ni un sólo punto. Antoniadis formó parte del equipo en la derrotas ante Yugoslavia en Belgrado por 1-0, España en casa por 2-3 y de nuevo el equipo español en Málaga por 3-1, logrando él la diana de su equipo.
Uno de los momentos más emocionantes para el delantero de Petrohori fue su visita a Maracaná para jugar un amistoso ante Brasil. Los griegos dirigidos por Alketas Panagoulias viajaron a Río con Antoniadis y Domazos como estrellas y cosecharon un empate a cero ante la verde-amarela de Leao, Rivelino, Jairzinho o Leivinha. Este resultado les dio moral para afrontar la calificación para la Eurocopa de 1976 donde esta vez se quedaron muy cerca de obtener el pase. Compartieron grupo con Bulgaria, Malta y Alemania Occidental y por sólo dos puntos no lideraron el grupo. Antoniadis anotó en los dos choques contra los búlgaros pero se perdió los enfrentamientos contra Alemania que acabaron en empate, resultando vitales para la clasificación de los teutones.
Se despidió de la selección el 28 de Mayo de 1977, en la última jornada de la calificación para el Mundial de 1978. Rendían visita a Hungría en un encuentro que repartía el último billete para Argentina pero los magiares desde el primer minuto se mostraron superiores. El tanteo final fue de 3-0 con unos excepcionales Nyilasi y Fazekas quedándose Grecia a las puertas de su primera Copa del Mundo.

En 1969 obtuvo la Copa del Mundo Militar disputada en Atenas con Grecia. Los helenos superaron a Iraq y Corea del Norte en la fase de grupos, Irán en semifinales y Argelia en una polémica final.

Su vida posterior siguió ligada al fútbol siendo presidente del sindicato de jugadores griegos desde 1980 a 2008 y luego como directivo del Panathinaikos.